miércoles, 3 de abril de 2024

RETO JUEVERO, LA ENTREVISTA

 Esta semana convoca Neogeminis en el reto semanal del Juevero, y esta es la aportación de nuestro club de escritura.

Imagen de Dmitry Rodionov en Pixabay

LA PRIMERA VEZ QUE VI A MI PADRE

Por Arturo MartínezMolina

Aún recuerdo lo nerviosa que estaba el día que mi madre, me dijo que me lo presentaría. Al parecer, había reaparecido al distanciarse al poco de nacer yo, por diferencias que surgieron entre ambos por motivos que no estaba dispuesta a decirme.

Al llegar al local, me indico quién era, un hombre que rondaría los treinta y de aspecto normal y que de inmediato se fijó en nosotras. Allí estaba yo, una niña de doce años, nerviosa y temblorosa por conocer al que nunca pude poner cara hasta ahora. Casi tuvieron que llevarme a empujones hacia la mesa.

  • Hola Mónica, ¡me alegro de volver a verte! —comento al sentarnos— Y de conocerte a ti, ¡al fin! Tan solo te había visto en fotos, Carol —añadió al mirarme.

  • Encantado de conocerle, señor Juan —respondí con miedo.

El hombre pareció decepcionado, de que no le llamara «papa».

  • Es la primera vez que puede verte, no se lo tengas en cuenta —dijo mi madre.

  • Se me ocurre una cosa, pequeña. Entrevístame y así me podrás conocer.

Con cierto reparo inicial, empecé a hacerle preguntas y él me respondía de forma amable a cuanto podía. Tampoco me revelo el motivo de su separación como pareja, eso me ayudo a crear un vínculo inicial con mi padre.


Ya han pasado casi tres meses desde aquel encuentro en el bar, y sigo sin saber la causa que hizo que se distanciaran hace años. Pero si lo llamo «papa» sin problemas, y no tarde en cogerle cariño. Ahora convive con nosotros y estoy encantada con que sea así, ¡ha resultado ser la figura paterna que siempre quise!

FIN

*****

Imagen de brando nascimento brando en Pixabay

"El bolso"

Por Anniabel Martínez Gómez

Todas las mañanas repetía la misma rutina, una taza de café, la carpeta debajo del brazo, el peine en el bolsillo y un teléfono móvil de segunda mano y de primera generación. Después de una hora y media haciendo cola tomaba uno de los pocos trasportes disponibles a esa hora; un autobús que lo llevaba hasta una cuadra antes de su trabajo. La misma monotonía se repetía día tras día, hasta que una mañana algo diferente vino a darle un giro a su existencia.

- ¿Usted es el último? - dijo una mujer de unos cincuenta años, alta, vistosa, con aspecto agradable.

-Si, yo.

-Si fuera tan amable de sostener mi bolso un minuto; es que me molestan los zapatos- y lo dijo en un susurro.

-Claro, no se preocupe- tomó con agrado el bolso, se sentía un caballero auxiliando a una bella dama.

El autobús llegó y tuvo que separarse en contra de su voluntad de la hermosa desconocida. Pasaron los días y albergaba la esperanza de encontrarla.

- ¿Usted es el último? ¡Pero si es usted!

- ¿Me recuerda?

- ¡Claro, si me robó mi bolso! - Respondió molesta.

-No, señora, está equivocada, sin duda no recuerda bien. Con gusto la ayudé, y abordé mi trasporte luego.

-Mire señor, yo le pido por favor, no quiero que lo devuelva, solo necesito un papel para usted sin importancia, pero para mi vital. Si me da el papel yo no lo denuncio y se puede quedar con lo demás.

No lo podía creer, su nuevo encuentro con la mujer había resultado muy distinto a lo imaginado, y para colmo estaba siendo acusado de algo de lo que no tenía culpa alguna.


- ¿Qué le parece si tomamos un café y pensamos juntos en lo que pudo ocurrir con su bolso?

Ella aceptó de no muy buena gana. Observándolo mientras conversaban

-Yo recuerdo que me lo dio, para ajustar su zapato. Luego llegó el autobús y se lo devolví, creo que lo puso en el piso para terminar. Tiene que creerme.

Ella lo miró, pensando que quizás, ese papel, no fuera ya tan importante.

*****

Espero que hayan sido de vuestro agrado.

26 comentarios:

  1. Pues debo decir que sí, los dos relatos tienen su encanto y sus apuros, el primero termino genial, al fin pudo conocer y encariñarse con su padre, y el segundo para mí, que la mujer se fijó en algo más que ese papel que tenía en su bolso … Un saludo par ambos, feliz noche.

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    1. Me alegro de que fueran ambos de tu gusto.

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    2. Pues esa es la idea, ella se estaba fijando en él, y sin duda surgía algo, porque ya decía que ese encuentro cambiaba su rutina dándole un giro a su existencia. Muchas gracias, que bueno fue de su agrado.

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  2. Ambos son muy chulos. Quién sabe cuándo se encuentra una figura paterna que se adapte tanto, o una historia con bolso.

    Un abrazo.

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  3. Arturo: Bueno realmente SI es una situacion incomoda porque a los 12 años ya no se es tan infantil, pero tampoco se es adulto, supongo hubieran tan solo podido ir a la cita sin contarle que ese era el padre, pero eso tambien lleva a una mar de incomodidades.

    Anniabel:Bueno la dama es algo trascordada, y crea situaciones muy raras, hubiera sido mejor huir de ella en la primera ocasion. Pero abono al caballero que aprovecha toda ocasion para conquistar

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    1. En la que me toca, dire que es la idea que se me ocurrió y plasme. A nivel particular, creo que ese tipo de cosas es mejor afrontarlas sin tapujos. El golpe se va a recibir igualmente, tanto se diga de inmediato, como se demore en el tiempo. Lo que importa es como se desarrolle esa nueva relación padre-hija.
      Por la parte de mi compañera, pues mejor que sea ella si puede, que te aclare la cuestión.
      Espero que al menos las hayas disfrutado, eso es lo realmente importante.

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    2. Si, el caballero estaba decidido a conquistar, muchas gracias.

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  4. Muy buenos los dos relatos.
    El primero, un encuentro entre padre e hija realmente incómodo. Muy bien llevado, y, sinceramente, con un buen final.
    El segundo, me hizo mucha gracia la situación, ¡vaya historia la del bolso! Y muy incómodo el reencuentro, uno emocionado de volver a ver a la mujer, y ella acusándolo al pobre de robo.

    Grandes aportaciones, os mando un abrazo!

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    1. Agradecido que te gustara la mía, igual es una situación incómoda para un niño a esas edades. Aunque al final, afrontaría esa verdad, ya fuera que se la endulzaran o no.
      Y en nombre de mi compañera, pues te transmito su gratitud.

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    2. Muchas gracias, que bueno lo disfrutó, si la situación también me resultó graciosa, pobre hombre, que bueno que al final salió todo bien, un abrazo.

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  5. Dos buenas historias de incomodidades, la primera conocer a su padre después de años de no saber nada de él y la otra situación complicada con la señora y su cartera.
    Saludos.
    PATRICIA F.

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  6. Oferta doble. Dos buenas incomodidades muy bien traídas. Un padre desconocido y un falso ladrón. Aunqque ambas terminan bien, más que bien. ¡Buen trabajo!
    Un saludo.

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  7. Los dos relatos han conseguido meterme en situación y he percibido la cuota de incomodidad que cada uno muestra. Ha sido muy grato pasar por aquí a conocer un poco y leer un doble aporte. Muchas gracias por sus aportes

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  8. Los dos relatos parece ser que han tenido un final feliz a pesar de que el tiempo transcurrido hasta encontrarse de nuevo, no parece haber sido muy agradable, pero bien parece, lo que bien acaba.
    Besos

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  9. Dos relatos y cada uno de ellos tiene su que, los dos tienen un buen final y me costaría elegir cual es el mejor porque ambos me encantan, besos.

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  10. La niña no es tan niña ya, y seguro que se imagina que él le puso los cuernos, pero lo importante es que Monica lo perdone. Para ella mejor que mejor. Win win; es imposible que no pasara.
    La dueña del bolso tiene clara las prioridades, y es consciente de que las prioridades pueden cambiar.
    Abrazosss

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    1. Por la que me toca, no especifico la causa de su separación, pudo ser esa, un desliz de ambos o algo muy diferente que los hizo distanciarse. Por la limitación de palabras, sumado a que preferí que cada lector se imaginara el motivo. Lo dejé de esa forma.
      En cuanto al de mi compañera, que sea ella, si quiere que comente la visión que tuvo al escribirlo.
      Gracias por comentar, y me alegro de que te hayan gustado.

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  11. Final feliz para un relato positivo y de un reencuentro que podía haberse complicado mucho.
    Enhorabuena por tu aportación.

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