Imagen de Brigitte Werner en Pixabay
En nuestra semana de estreno, fui yo Arturo, el creador del grupo de WhatsApp que sugirió esta imagen de inspiración y estos son los microrrelatos o poemas que surgieron.
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UNA NUEVA OPORTUNIDAD
Martina yacía tumbada en la cama de su habitación, se encontraba en sus últimos momentos de vida y en compañía de sus hijos. Los concibió con su pareja Izan, que llevaba una década fallecido.
La muerte le llegó en paz y sin sufrir, al haber sido en parte sedada para evitarle esa agonía final.
Al abrir los ojos, se encontraba en la montaña con las estrellas de fondo. ¡Con Izan!
Bienvenida, Martina. ¡Amor mío!
La beso como él sabía hacerlo, dejándose llevar sin cuestionar por el momento lo que pasaba. Cuando separaron sus labios, se percató que había rejuvenecido a la edad en que lo conoció.
¿Esto es un sueño o algún tipo de castigo infernal?
En absoluto, cielo. Ahora eres como yo, un ser etéreo.
La mujer palpó su cuerpo y el del hombre, sin entender lo que estaba sucediendo.
Son simples cáscaras creadas por mí, para hacerte más fácil la transición.
Martina, lo abrazo con fuerza. Era su esposo, y pese a no entender lo que sucedía. Se alegraba de reencontrarse con él.
¡No sabes cuanto te he echado de menos! —exclamó entre lágrimas.
No deje de velar por ti, querida. Cuando se agotó el tiempo que podía compartir contigo en la Tierra.
Te pude sentir en alguna ocasión y creí que era mi imaginación.
Hay límites incluso para nosotros, lo siento. Sé que lo hacías y tenía prohibido interactuar contigo.
¿Y ahora que nos sucederá? ¿Nos separarán otra vez? ¡No soportaría perderte de nuevo!
Te lo dije antes, Martina. Eres un ser etéreo, somos eternos y ni la extinción de este universo, supondría nuestro fin –aclaró— Nada nos impide estar juntos desde ahora si eso es lo que deseas.
La mujer solo prestó atención a sus últimas palabras, dándole otro beso al terminar.
Se apoyaron en el árbol que tenían por costumbre y ella puso la cabeza sobre su hombro.
Acaríciame como solías hacer aquí. ¡Por favor!
Izan la complació y se durmió, mientras pasaba las manos por su cabello.
FIN
Obra registrada bajo licencia de Safe Creative, Prohibida su copia y difusión.
https://www.safecreative.org/work/2402136919368-una-nueva-oportunidad
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“Constelación”
Por Anniabel Martínez Gómez
- Esos griegos eran unos románticos –le dije mientras mirábamos al cielo contemplando las estrellas.
- ¡¿Los griegos?! –sonrió por mi ocurrencia.
- Si los mismos, observa aquella constelación, se llama como tú –repliqué.
Señalé a un grupo de puntos luminosos que no tenía ni idea de si la formaban.
Se volteó, bailaron las estrellas mientras me dio un beso.
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Mi chica perfecta.
Por Celso Santana Flores
Te soñé y te esperé durante todo el día. ¿Quién lo iba a imaginar? Ni siquiera yo mismo.
Estabas en mis pensamientos, y en mis sentimientos, a cada minuto. Desde luego que no
es porque no fueras una persona especial, en verdad. No. Es porque hasta ese momento,
yo nunca había sido así de romántico.
Y es que tan solo tu mirada podría ser suficiente motivo. Pero había más. Mucho más. Tu
sonrisa, tu pelo, tu figura torneada, femenina... definitivamente, la mujer ideal. Ya quería
estar contigo.
Así que aquella noche, poco después del atardecer, subí por la colina, esa que se levanta
sin casas donde termina la ciudad. Subí sin prisas deseando que estuvieras allí pero con el
corazón en vuelo a mil latidos por minuto. La brisa nocturna soplaba con suavidad el
césped.
Al llegar arriba, en la soledad, tu silueta se recortaba contra el horizonte nocturno.
Con un "hola" conocí por primera vez tu voz. Ahí estabas tú, real, bella, sonriente, amable
para mí. Justo igual que como te vi en mis sueños: mi chica perfecta.
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LA NOCHE
Por María Rosa Hernando Fernández
La noche se acerca oscura y cruel, reina de la soledad y el pensamiento, reina de los
secretos y la tranquilidad.
La noche llega tenebrosa y fría, llena de temores y dudas… con sus brazos abiertos al
rencor y al odio.
Se acerca tenebrosa y distante, ama de la oscuridad y el desconcierto, ama de las
lágrimas y también de las sonrisas.
Llega dulce y sosegada, repleta de nuevas sensaciones y castigos de la mente.
La noche se acerca despacio, vigilante y segura. Señora de la falsedad de los deseos,
señora de las traiciones y también del amor mas sincero.
La noche llega con sus dudas y su meditación. Llega despiadada y firme, enseñando su
poder y falsedad… mostrando su gran magnetismo y poder.
Se acerca tranquila con sueños fantásticos, ilusiones renovadas y esperanzas
incomprendidas.
Llega confusa y distante, temerosa del pesimismo, exquisita para el amante y repudiada
por el solitario.
La noche se acerca, la noche llega… ya está aquí… sensual y diferente cada día… bella
cuando estás a mi lado.
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El adiós que no llegó
El aire de la noche era frío, pero los corazones ardían cuando Alex y Lizzy encontraron consuelo abrazándose en la cima verde de la colina bajo un lienzo de estrellas brillantes.
Su amor, como las innumerables constelaciones esparcidas por el cielo,
parecía eterno e inquebrantable.
Eran jóvenes, salvajes y perseguían juntos sus sueños sin miedo en medio del esplendor de la naturaleza. Con cada respiración profunda que compartían surgían promesas y aspiraciones susurradas que los unían más de lo que cualquier vínculo mortal podría jamás alcanzar.
Las lágrimas brillaban en sus ojos, pero no eran derramadas de tristeza, más bien de alegría, del tipo que sólo nace al reconocer al alma gemela entre el mar de caras sin rostro que llenan el viaje de la humanidad.
Cuando los primeros rayos del amanecer empezaron a pintar el horizonte de rojo, señalando la llegada de otro día, el cruel destino intervino. A lo lejos, el sonido de pasos que se acercaban llamó su atención. El terror se desató cuando hombres armados aparecieron en lo alto de la colina, blandiendo armas que brillaban a la luz del amanecer.
Antes de que pudieran reaccionar o escapar, Alex fue derribado ante los propios ojos de su amada.
Sus gritos resonaron por todo el valle mientras agarraba con fuerza su cuerpo sin vida, sollozando bajo el cielo iluminado por las estrellas que alguna vez había sido tan prometedor.
Ahora sola, con el corazón destrozado por la pérdida, Lizzy luchaba por encontrar significado o consuelo en medio de la tragedia que les había sucedido a ambos.
Fin
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Estrella fugaz
Por Susana Torres Cabeza
Luna, la diosa de la noche, estaba nerviosa.
Era verano por lo que Sol había salido pronto aquel día y no volvería hasta al cabo de muchas horas.
Tras su marcha, a pesar del sueño, se había levantado en seguida para arreglarse.
Se miró al espejo. Deslumbrante, pensó.
Salió al jardín y lo vio llegar. Le temblaron las piernas al ver su imponente figura.
Estrella fugaz abrió la cerca y caminó lentamente, sabiéndose deseado. Sonrió y se acercó a la bella Luna. Esa noche sería suya.
Sol se vio interrumpido por Tormenta de verano. Era un imbécil engreído, pero no tenía ganas de discutir aquel día. Decidió dejarle con sus peroratas y volver a casa un poco antes.
No quiso avisarla. Pensó darle una sorpresa. Saldrían a comer juntos por una vez.
Abrió la puerta y lo que vio fue como el golpe de un meteorito: Luna cabalgaba otra estrella con una pasión desconocida para él.
Sol estalló convirtiéndose en una estrella gigante, arrasando todo a su paso y convirtiendo aquella galaxia en una penumbra eterna. Nunca más se habló de la bella Luna.
Se cree que huyó a otra galaxia.
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Espero que hayáis disfrutado de su lectura, la próxima semana más.
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